Su voz en el teléfono
se tornaba
azul...
Fui hasta la orilla
y no pude distinguir
entre el cielo, el mar
y esos ojos...
Ahora al regresar,
ese color es lejano,
pero hasta el río,
a veces,
me parece que se vuelve
azul...
Podrán decir
que es un invento,
pero de algún modo
fue cierto
y nada menos que
azul...
Viviana F. Pelle
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