jueves, 6 de septiembre de 2007

Resuena tu voz desnuda


En el canto de mi memoria
Resuena tu voz desnuda
Tu ser no está aquí ahora
Vaga por esferas negras
Todo tu pasado es hoy
¿Mañana quién serás?

Son tantos los días
Sin la presencia de tu cuerpo
Extraño el hedor de las uvas
cuando empieza la primavera
sin soles verdaderos.

¿En qué lugar quedaron tus sueños?

Llora tu corazón doliente
Sigilosa me acerco a tu temblor naciente
Abrazo tu tristeza, abrigo la lágrima caída
del precipicio que vas creándote de a poco
Me pedís que no te deje ahora
pero a veces me despido
y al día siguiente llueve tu ser.

Y mi pecho de mujer desde sus entrañas
te provoca, te convoca
te abandona y te recibe.

Nuestro amor yace entre sábanas gastadas
de encuentros y despedidas.
Es el corazón el que no puede olvidar.

Viviana F. Pelle

Dos campanas


Cuando al unísono tañen dos campanas
dos corazones se reclaman
intentan ser vistos por el otro
cruzan sus miradas
obedecen a su instinto y a la piel
es así como se aman.
Si un día se alejan, lo hacen al mismo tiempo
y en sentido inverso
se desgasta el sonido de esas campanas
del comienzo
pierden su camino paralelo
y ninguno se lastima.
Pero cuando solo escuchas tu propia campana
y aún así el otro te obedece por soledad, por tedio
Cuando ese otro te abandona en el camino
aprende que has elegido solo tú
y debes saber al fin que es menos doloroso
saber escuchar bien y elegir el camino
del unísono tañer de dos campanas.

Viviana F. Pelle

Cuando brinda la musa del amor


La musa del amor
bailaba sobre la nota
de lo imprevisto.
El deseo la acercaba
a labios como llamas
sedientas
buscando en las alturas
la llegada
de dos bocas
que entrelazan sus lenguas
y brindan con los dientes.
La musa
murió después
de alegría
al haber ganado
la mejor de las batallas
el principio del amor.

Viviana F. Pelle

Palabra Paz


En esta oscuridad
Enciendo una luz
Lo intento apenas
A través de soles
Que llevo en mis manos
Y es la pluma que
Me lleva hacia los jardines
De la poesía.
Palabra Paz
Es lo que anhelo.

Viviana F. Pelle

Los cantos del piano


Yo invadía los cuadernos
de los cantos del piano
Las teclas huecas ahogando el sonido
Soñaba con traer inviernos amarillos
Regresar al verano de mares olvidados
Mi voz ahora emprende su vuelo
La espuma de las olas
Plumas de pájaros
Desplegándose
Hacia otros mares.

Viviana F. Pelle

El cuerpo que aguarda a un costado


Las letras bailan solas, sueltas
al compás de un cuerpo que late
late, late y no muere,
avanza y queda quieto.
Se amontona en sí mismo
se deshace, dentro.
La lágrima no cae.
Las chispas y la espuma
explotan dentro del cuerpo
que aguarda a un costado
el milagro de un signo,
una campana anunciando
el llamado hacia la vida.

Viviana F. Pelle

Utopías


Puedo escuchar al sol
brincar detrás de mi ventana,
me pide salir a su encuentro.
¿Cómo despegar de esta nube?
Mi cuarto espera gris
el cielo azul.
Alguien me tiende una mano
y me escapo.
A veces es necesario
valerse de utopías,
cegar los ojos
y olvidarse del sol.

Viviana F. Pelle

Vacío


Por todos mis amores sufro
y por todos ellos me desangro.
La soledad me tiene atada
a mi propio vacío.
En el aire me desplazo.
Hoy mi piel está sin otro cuerpo
y en la madrugada muerta
me deshago.

Viviana F. Pelle

Es el sol


Una fogata, una llama
detrás de la ventana.
El reloj marca las seis
de la tarde.
La brisa verde de los bosques
me recuerda al fuego azul
que retiene el calor, el aroma,
pero es el sol todo lo que anhelo.


Viviana F. Pelle

El camino



Se enciende una luz
en el camino.
La carretera estalla
de silencio.
Un pájaro vuela al ras
del pensamiento.
¿Qué es caminar en soledad
o viajar hacia la nada?

Viviana F. Pelle

Hoy


¿Sabrán pintar los artistas
los colores de los prados
y los bosques andados del ayer?
¿Qué es el ayer si no es todo
hoy el recuerdo?

Viviana F. Pelle

Detrás de la ventana


El tiempo transcurre
detrás de la ventana
azul de cielos pintados.
Asoma un ángel
planeando mares
sobre el horizonte
olvidado
de adioses Dioses
del amor,
se escapan
y no vuelven.

Viviana F. Pelle

Dulce tinta


Duele más cuando la tinta del vino
Deja de correr por las venas
Las risas sin sentido endulzan la embriagues
Y cuando despiertas de esa mentira
Ante la ausencia del ser que adoras
La daga te atraviesa lado a lado
El dolor se agiganta
Lo único que queda
Son las palabras, estas letras
Hundirse en ellas
Un respiro un suspiro
Que te salve con tus manos
Las teclas rozando
las yemas de tus dedos
Es casi suficiente
Si sus ojos no están
Acariciando el poema.


Viviana F. Pelle

Abandono


Por dolor dejar lo que se amaba
Dejar la queja de la herida
La tristeza no es amor si se transforma en piedra
Abandonar las llagas producidas por los labios
Raspa el sonido la lengua
baila viajes sin destino
País de espectros posados en los muebles
De las casas habitadas por el hielo del aire
Naufraga sin manos, no besa
No acaricia caricias invisibles
Calor afuera en el paisaje del sol
deja su sombra sin recorrer
la queja ausente
acumula lo que pesa
maleta en la espalda
se despide, no se va
Carga lenta, espesa
la tristeza de un adiós mudo
sin descifrar,
se aleja sigilosa
estalla la garganta
muriendo en el pecho que late, late
parte
y se disgrega.


Viviana F. Pelle

Miradas entre nubes


La constante mirada de tus ojos
mirando mi mirada que mira
el tranquilo río de tu mirar
en el que vuelan gaviotas
atravesando mi nube nublada mirada
asombrada de ese mirar
que lleva la calma en movimiento
hasta mi mirar y provoca
torbellinos en mis olas de mar inquieto
olas que se cobijan en ese mirar
tan cercano tan lejano
el río ha de venir a mi mar
o mi mar llegará a tu río.

Viviana F. Pelle

Donde se pierden los sueños


Crujen los huesos
detrás de la nuca poblada
de antaños dedos
Carraspean el cabello
Nace escondido oscuro
Crujen vértebras
se acomodan en cuadrado
de cuadro columna
hasta el fémur
que duele al costado
Rodilla que rueda
al compás pases
perdidos detrás del espejo
Crujen huesos
crujen trémulos
Cruje el dolor
en el lugar
donde se pierden los sueños

Viviana F. Pelle

Falso olvido


Al deshacer tu corazón
Mi corazón se hizo frío
Mas frío que la nieve
Congela la garganta
El cuerpo todo
Por debajo ese corazón ya no existe
Decidió decirte adiós
Y yo me despedí de mí misma

Corazón helado vaga sin cuerpo
Pleno de espinas
No sangra, no late
Respira el aire falso del olvido
Olvido que no sabe olvidar.

Si pudieses sostener en tu mano
A este corazón que me persigue yaciente
Si lo guardases dentro del tuyo
Se hamacarían juntos
En una danza sin final
Encendida en mil matices
Los colores del vivir.

Viviana F. Pelle

Prisionero


Atado a tu prisión de amaneceres
Tu pena va cantando lentamente
La copa del vaso de las uvas
Cae un capullo de rosa a tu costado
El dolor se deshace y se rehace
Va creando ráfagas de viento
Murmuran falsas utopías
Ayer de vidas sin vida
Renaces en ausencias
Prisionero: el hoy no te toma de la mano
No te lleva a pasear por primaveras
Y no observa los soles del amanecer
Sedientos del día por venir
Tu sed es la vid de tu memoria
Abandonada soy de tu lado abandonado
Me voy deshojando de a poco
Una a una las capas de mi piel
Del enredo de tu sábanas
Y aún no puedo decirte adiós.

Viviana F. Pelle