martes, 28 de agosto de 2007

Si el cielo llora


La constante mirada de tus ojos
mirando mi mirada que mira
el tranquilo río de tu mirar
en el que vuelan gaviotas
atravesando mi nube nublada mirada
asombrada de ese mirar
que lleva la calma en movimiento
hasta mi mirar y provoca
torbellinos en mis olas de mar inquieto,
olas que se cobijan en ese mirar
tan cercano tan lejano
el río ha de venir a mi mar
o mi mar llegará a tu río.

Viviana F. Pelle

Ilusión de ángel




Si mañana la lluvia no acude a mi silencio,
no me deja sola
he de concurrir al lugar dónde nunca llueve, dónde aún habita la esperanza
Mis oídos a escuchar melodías detenidas
Mis ojos fijos en los dibujos que dibuja el porvenir
Si algún ser advierte mi presencia, roza mi hombro.
me invita a compartir el instante mágico en dónde los prismas de colores se ven,
no solamente en calidoscopios
y el aire fresco circula en el aliento de la palabra intacta
que son dichas tan sólo por los Dioses
que ahora se aproximan a mis ojos, bajan la vista secando mis lágrimas,
me toman de las manos y llegan a besar mi alma triste que deja de ser triste
en el instante en dónde el aire existe cierto
y el corazón se sana
Si mañana no llueve ni siquiera sangre, he de cumplir la utópica ilusión
de los ángeles que esperan a un costado y en silencio.

Viviana F. Pelle

Hay almas que deambulan




“Un suspiro en la hierba”
(Olga Orozco)


El aire trae nuevas brisas
sobre el verde abandonado
musgo oscuro polen
rasga la tierra escondida
en el fondo de árboles huecos
sedientos del sol
que cae sobre la hierba.
El día se asemeja a la noche
cuando la oscuridad del alma
ahoga los sentidos
enmudece la voz
duele el canto de los pájaros
que abandonan la tarde.
Hay almas que deambulan
detrás de los espejos.

Viviana F. Pelle

La caricia del ángel



Entonces sentí
a mi ángel de la guarda
tocando mi cabeza
y supe que no estaba sola,
las cosquillas de sus alas
jugaban con mi cabello.

Presente paz
silencio intacto
transparencia pura
protegiéndome
de las heridas
evitando
la fatalidad.

Me acunaba su silencio,
la belleza que traía
desde aquél lugar secreto
que sólo es conocida
por algún alma
que por descuido
ha trepado al cielo
y que yo, apenas,
solo pude sospechar.

Viviana F. Pelle

Angel marino




Joven
ojos de agua
azul
suspendido
en el misterio incierto
del pensamiento
de una dama
blanca
envuelta en alas
que espera escuchar
en la caracola
el canto celestial
del ángel marino.

Viviana F. Pelle

Azul



Su voz en el teléfono
se tornaba
azul...

Fui hasta la orilla
y no pude distinguir
entre el cielo, el mar
y esos ojos...

Ahora al regresar,
ese color es lejano,
pero hasta el río,
a veces,
me parece que se vuelve
azul...

Podrán decir
que es un invento,
pero de algún modo
fue cierto
y nada menos que
azul...
Viviana F. Pelle